Serás feliz cuando tengas tu Dueño. Tus ojos
serán vendados y perderás tu vista, pero ganarás tu visión. Te arrodillarás
delante de mí, pero nunca te habrás sentido tal alta. Hablarás con gemidos y
quejidos ligeros y serán escuchados altos y claros. La paz mantendrá tus
muñecas, atadas juntas y unidas por mis deseos. El amor agarrará tu cuello,
haciéndote saber cuán frágil es realmente el momento. Te dejarás llevar, pero
lo que recibirás en un lugar de tu libre albedrío, es un momento tan lleno de
belleza, que llorarás cuando regreses.
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