Secuenciada
en quince pasos.
1.-
Díle que es muy hermosa y lo que ella significa para tí.
La
mayoría de las mujeres son tímidas con respecto a su cuerpo. Incluso, si tienes a la mujer más
hermosa del mundo en la cama, ella se estará preocupando por si te gustará su
cuerpo. Díle que es hermoso, díle qué partes te gustan más, díle cualquier cosa
y consigue que confíe en ti lo suficiente para dejarte bajar entre sus piernas.
2.-
Detente y aprecia su única flor.
Ahora,
detente y observa lo que ves. Hermoso, ¿verdad? No hay nada que haga a una
mujer más singular que su coño. Lo sé. He visto muchos de ellos. Los hay de
todos los tamaños, colores y formas; algunos están metidos hacia dentro la
vagina de una niña y otros tienen unos labios gruesos deliciosos que sobresalen
para saludarte. Otros están anidados entre el vello del cepillo y otros, cubiertos
con una pelusa transparente. Aprecia las cualidades únicas de tu mujer y díle
lo que la hace tan especial.
3.-
Las mujeres son más verbales: Habla con ella de su hermoso coño.
Las
mujeres son mucho más verbales que los hombres, cuanto más hables con ellas,
más fácil será que se abran. Así, pues, todo el tiempo debes estar acariciando
y mimando su hermoso coño. Habla frecuentemente con ella sobre el mismo.
4.-
Lamer sus labios mayores, los interiores y buscar su clítoris.
Ahora,
obsérvalo otra vez. Separa suavemente sus labios y mira los labios interiores,
incluso, lámelos, si quieres. Luego, abre la parte superior de su coño hasta
que puedas encontrar su clítoris. Las mujeres tienen clítoris de todos los
tamaños imaginables, al igual que los hombres tienen diferentes tamaños de
pene. Eso no significa nada sobre su capacidad para el orgasmo. Lo único que
significa es que se esconde algo más de ella debajo de su prepucio.
5.-
Cada vez que toque el coño de una mujer, asegúrese de que su dedo esté mojado.
Cada
vez que toque el coño de una mujer, asegúrese de que su dedo esté mojado. Usted
puede mojarlo o humedecerlo con los jugos de su interior. Asegúrese, por todos
los medios, de mojarlo antes de tocar su clítoris ya que no tiene jugos propios
de ella y es extremadamente sensible. Su dedo se adherirá al mismo y si está
seco, le duele. Pero, de todos modos, no quieras tocarle su clítoris. Tienes
que trabajarlo. Antes de que ella se excite, su clítoris es demasiado delicado
para ser tratado.
6.-
Juega con ella y acércate a su coño lentamente.
Acercáte
a su coño despacio. A las mujeres, incluso más que a los hombres, les encantan
ser objetos de burlas y bromear. La parte interna de sus muslos es su mayor
punto sensible. Lámelos, bésalos, haz dibujos con la punta de tu lengua. Acércate
peligrosamente a su coño, luego frótalo un poco estando separado. Hazla que se
anticipe.
7.-
Juega con ella.
Ahora,
lame el pliegue donde su pierna se encuentra con su vagina. Desliza tu cara
entre su arbusto. Cepilla sobre su raja sin presionar, hacia abajo, para
excitarla más. Después de que hayas hecho esto, llegado el momento en que tu
dama se está deslizando de su asiento o posición y se está esforzándose para
conseguir más de usted, acércate a ella. A continuación, pon tus labios justo
encima de su raja.
8.-
Bésala con suavidad, luego, más fuerte.
Bésala
suavemente, luego, más fuerte. Ahora, usa tu lengua para separar los labios de
su vagina y cuando la abra, pasa tu lengua arriba y abajo entre las capas de
carne de su coño. Con delicadeza, abre más sus piernas con tus manos. Todo lo
que tengas que hacerle a una mujer, cuyo sexo está a punto de ser comido, debe
ser hecho con delicadeza.
9.-
Fóllala con la lengua.
Fóllala
con la lengua. Esto le sienta divino. También bromea con ella hasta el infinito
porque, por ahora, requiere que se le preste un poco de atención a su clítoris.
Échale un vistazo. Observe si su clítoris se ha puesto lo suficientemente duro
para ver si está fuera de su capuchón. Si es así, lámelo. Si no lo puede ver,
es que todavía está esperándole por debajo de su protección. Así pues, lleve su
lengua hasta la parte superior de su raja y sienta su clítoris. Apenas puede
experimentar su presencia. Pero, incluso, si no puede sentir la diminuta perla,
puede hacer que se levante lamiendo la piel que la cubre. Ahora, lámelo con
fuerza y presione sobre su piel.
10.-
Trabaje su punta del iceberg.
Suavemente,
separe los labios de su coño y mueva su lengua contra el clítoris, esté
cubierto o no. Hágalo con rapidez. Esto debería hacer que sus piernas se
estremezcan. Cuando sienta que ella se está excitando para el orgasmo, abra sus
labios en forma de O y coja el clítoris con su boca.
Empiece
a chupar con suavidad y observe la cara de su chica para comprobar sus
reacciones. Si ella puede controlarlas, empiece a succionar con más fuerza. Si
ella lo extrae, chupe incluso con más intensidad. ¡Adelante con ella! Si levanta
su pelvis hacia arriba con la tensión de su creciente orgasmo, muévase con
ella, no luche contra ella. Espere y mantenga su boca caliente sobre su
clítoris. No deje que se corra. Eso es lo que ella está diciéndole también: “No
pare, no se detenga nunca, por favor.”
Hay
una razón para esto, la mayoría de los hombres paran demasiado pronto. Al igual
que cuando se chupa la polla, esto es algo que merece la pena aprender y aprenderlo
bien. Una vez, me comentaba una seguidora de mi blog lo siguiente:
“Conozco a un
hombre que aparentemente es horrible, horrible de verdad, pero sabe comerle el
coño a una mujer como nadie y nunca tiene problemas para conseguir una cita.
Las mujeres lo tienen muy solicitado.”
11.-
Fóllela con dos dedos.
Pero,
volviendo a la sesión de comer un coño, hay otra cosa que puedes hacer para
intensificar el placer de tu mujer. Puedes follarla con el dedo, a la vez que
ella está disfrutando al lamerle su clítoris, con inteligencia. Antes, durante
y después. A ella, le encanta esto a morir. Además de las zonas erógenas que
rodean al clítoris, la mujer tiene otra zona extremadamente sensible en la
“azotea” de su vagina. Esta es la zona que se frota cuando se la está jodiendo.
Bueno, ya que tu polla está bastante lejos de su coño, tus dedos tendrán que
follarla.
Tienes
que hacerlo con dos dedos. Uno es demasiado delgado y tres son demasiado anchos
y por eso no puedes profundizar lo suficiente. Asegúrate de que están húmedos
para no irritarle su piel. Deslízalos en su interior, despacio al principio,
luego un poco más rápido. Fóllala rítmicamente con ellos. Acelera cuando ella
lo haga. Escucha su respiración.
Ella
te hará saber lo que tienes que hacer. Si estás chupando su clítoris y
follándola con los dedos al mismo tiempo, le estás dando mucha más estimulación
de la que puedes darle solo con tu polla. Por lo tanto, cuenta que ella se está
poniendo en lo alto de la cresta de su estimulación. Si hay alguna duda,
compruébalo con los síntomas.
12.-
Conozca sus síntomas orgásmicos para hacerlo incluso mejor.
- Cada mujer es única.
- Tienes que
ver que uno de sus pezones se endurece cuando está excitada o cuando está
teniendo un orgasmo.
- Tu chica se
puede enrojecer o empezar a temblar.
- Conozca sus
síntomas y serás un amante más sensible.
13.-
No abandone su clítoris cuando ella empiece a orgasmar. (Piense en la mujer
multiorgásmica).
Cuando
empieza a tener un orgasmo, por el amor de Dios, no abandones su clítoris.
Aguanta ahí hasta el infinito. Cuando ella empiece a descender del primer
orgasmo, presiona con tu lengua a lo largo de la parte inferior del clítoris,
dejando que tus labios cubran la parte superior. Mueve tu lengua dentro y fuera
de su coño. Si tus dedos están dentro, muévelos un poco, con suavidad, porque sus
zonas son muy sensibles en este momento.
Si
juegas bien tus cartas, ella tendrá algunos orgasmos múltiples de esta manera.
Una mujer permanece excitada durante toda una hora después de que ella haya
tenido un orgasmo. ¿Te das cuenta del impacto total de esta información? ¿El
potencial? Una mujer fue cronometrada con 56 orgasmos en una sola sesión.
¿Sabes qué efecto tendría sobre una mujer que le dieras 56 orgasmos? Ella sería
tuya todo el tiempo que tú quisieras.
14.-
La cereza en el pastel.
A
algunas mujeres, les gustan que su hombre les frote en su parte anal con su
dedo mientras la están comiendo por fuera.
15.-
Después de la ola orgásmica: manténgase
haciendo el amor tranquilamente con ella. El último consejo que tengo para tí
es este: Después de haber hecho que se corra, hazla tu esclava, dándole la
mejor follada que ella haya tenido nunca. No la dejes sola todavía. Habla con
ella, acaricia su cuerpo, sus pechos. Siga haciendo el amor con tranquilidad
hasta que ella haya llegado al fondo. Un hombre puede bajarse y dormirse en el
mismo aliento y no sentir ningún remordimiento, ningún sentido de pérdida.
Pero, una mujer, por naturaleza, requiere alguna sensibilidad más por parte de
su amante en esos primeros momentos después del sexo.
El
sexo oral puede ser la experiencia sexual más excitante que puedas tener.
Tómate tu tiempo, practica a menudo, presta atención a las señales de tu amante
y, lo más importante de todo, disfrútalo.